Ir al contenido principal

Dar para Recibir



Dar  como moneda de cambio.

Estoy leyendo un artículo sobre las personas que dan para recibir.
Quiero expresar mi más profundo desacuerdo con el texto, porque no es verdad lo que expresa.
Las personas, seres humanos vivos, siempre, pero siempre damos para recibir.
Consciente o inconscientemente, esperamos una respuesta, aunque sea agradecimiento.
El resto es filosofía barata.
Aun con nuestros hijos, esos seres a los que tanto les damos, nuestra entrega nunca es tan inocente.
Después de todo sabemos que algún día nos llegará la vejez, y necesitaremos de ellos.
No estamos acostumbrados a dar así, sin esperar nada a cambio, eso podemos dejárselo a los poetas, en la pareja, en la familia, con los amigos vecinos, etc., cada vez que damos, algo en nuestro interior lo apunta como un saldo a favor.
No lo hacemos a conciencia, pero seamos honestos por favor, lo hacemos.
Eso significa que compramos voluntades, lealtades?
Y…un poco si, un poco no.
No  estoy diciendo con esto que las personas no seamos generosas de corazón, podemos hacer cosas por el otro, pero en nuestro interior siempre llevamos la contabilidad.
Si alguien nos ayudo, es más difícil enojarse  con esa persona, que si no nos hubiera ayudado.
En ocasiones nos aferramos a algo que alguien hizo en alguna oportunidad, para negarle nuestra ayuda.
Somos muy complicados.
Hasta las religiones, utilizan el concepto de dar para recibir.
En la católica por ejemplo, tenes que reunir determinadas condiciones para entrar al reino de los cielos, de lo contrario, si se te escapa un pelín, cuidado porque quedas fuera.
Nos encanta recordar lo buenos que fuimos, cuanto hicimos, en la seguridad de ganarnos el cielo.
Me viene ahora una frase que escuche muchas veces:
 “Dar hasta que duela” o “Dar lo que te sobra no es dar”.
Que jodidos somos, que jodidos!
Resulta que encima que doy algo me tiene que doler!
Que hago, me pego unos golpes contra la pared.
Con frases estruendosas, limitamos y analizamos hechos tan simples como dar.
No somos tan evolucionados como pretendemos, cuando damos, esperamos algo a cambio, aunque sea de Dios, pero algo.
Escucho a diario, por mi trabajo claro, personas que no logran entender los por ques de las situaciones.
Yo misma lo planteo, si me han leído lo saben.
No sería mejor tener en claro que los vínculos son una cuestión de dar y recibir?
No sería más saludable saber que cuando recibimos ayuda  de los demás también tendremos que darla, o elegir no recibirla?
Cuando damos, nuestro interior cree que se ha comprado un derecho.
Lo digo con total honestidad, todavía no conozco un ser tan elevado, que dé sin pedir nada a cambio.
Porque no lo pedimos, pero lo esperamos.
La mayoría de los reproches que hacemos y que nos hacen tienen que ver con esa supuesta generosidad.
Nos han enseñado que amar y dar es casi lo mismo.
Me pregunto si realmente lo es….pienso que no.
Se puede amar mucho a alguien, pero renunciar a uno mismo por el otro,,,,mmmm…a la larga le pasaremos factura.
No sería mejor, aceptar que esperamos una devolución, que las personas de las cuales recibimos tienen un derecho adquirido y nos guste o no, podrán hacerlo valer?
En caso contrario, seriamos como los musulmanes, que se inmolan por Alá, esperando siempre el reino de los cielos, que nunca llega.
No condicionamos a nuestros niños, con mensajes que obtendrán beneficios si hacen algo y los perderán si no lo hacen?
No está mal, me parece perfecto, pero dejemos de fingir, si damos esperamos recibir.
No decimos muchísimas veces: Por qué tengo que hacerlo todo?
Esperamos recibir, los seres humanos esperamos recibir lo que damos, ayuda, consideración, colaboración, comprensión, honestidad, lealtad, etc, etc.
Y no esta mal, aceptémoslo, y estará mejor.
Imagínate que tenes una relación nueva y decis:
“ Espero tal, tal y tal! Da miedito, pero es más honesto.
Que se puede ir? Tranquilos…se irá de todos modos porque en algún momento lo vamos a decir.
Nunca logramos una independencia tan grande que nos permita decir; no debo nada a nadie!
Por eso creo que la clave está en ser agradecidos,
En reconocer que necesitamos de otros y seremos necesitados por otros.
Si no estaríamos en este mundo si una mujer y un hombre, hubieses tenido sexo.
Ya nacemos con esa deuda, y tenemos que reconocerla mas que nos pese, si queremos ser felices.
Nos cuesta agradecer, creemos que los demás tienen obligaciones, que nosotros no tenemos.
No nos damos cuenta que todo el tiempo estamos dando y recibiendo….aun sin quererlo, la energía sale de nuestro corazón, a veces huele a rosas, a veces huele mal.
Somos seres dependientes, dependemos del sol, del agua, dependemos de todo.
Pero no lo sabemos agradecer.
Agradecer no es rendir pleitesía, no es acepto todo, es te reconozco, nada mas.
Te doy lo que te pertenece, y me quedo con lo mío.
La falta de reconocimiento y agradecimiento solo genera soledad.
Por eso, hoy cierro mi exposición, dando gracias, a los que me hicieron bien, y a los que me hicieron mal, Gracias a la Vida.
Gracias a la vida
Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me dio dos luceros que cuando los abro
Perfecto distingo lo negro del blanco
Y en el alto cielo su fondo estrellado
Y en las multitudes el hombre que yo amo.

Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me ha dado el sonido y el abedecedario
Con él las palabras que pienso y declaro
Madre amigo hermano y luz alumbrando,
La ruta del alma del que estoy amando.

Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me ha dado la marcha de mis pies cansados
Con ellos anduve ciudades y charcos,
Playas y desiertos montañas y llanos
Y la casa tuya, tu calle y tu patio.
Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me dio el corazón que agita su marco
Cuando miro el fruto del cerebro humano,
Cuando miro al bueno tan lejos del malo,
Cuando miro al fondo de tus ojos claros.

Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me ha dado la risa y me ha dado el llanto,
Así yo distingo dicha de quebranto
Los dos materiales que forman mi canto
Y el canto de ustedes que es el mismo canto
Y el canto de todos que es mi propio canto.

Gracias a la vida
Gracias a la vida
Gracias a la vida
Gracias a la vida.
















Comentarios

Entradas populares de este blog

Querer lo bueno

Querer a la gente buena. Si cambias el modo en que miras las cosas, las cosas que miras cambian.-Wayne Dyer. Desde pequeños, nos enseñan que cuanto más buenos somos, mas nos van a querer. Y así vamos por la vida, siendo lo que no somos para lograr amor. Porque si somos quienes somos, nadie nos va a querer. Ser bueno es una condición necesaria para que te quieran, el problema es que sería ser bueno? Porque ser bueno es una concepción personal, cada uno tiene una versión diferente sobre el tema. Si un sentimiento estuviera condicionado a la calidad de la persona que lo produce, la vida sería algo así como un restaurante, nos limitaríamos a decir, esto me gusta, esto no. Pero es más profundo. Además tenemos el problema que la misma persona puede generar un sentimiento en unos, y otro diferente en otros. Por otro lado, tendemos asociar la bondad con dar, cuanto más recibimos de una persona más buena es. Decimos cosas como “Como va a ser malo si a mí me ay

Vestido de Fiesta

La de hoy, es una historia tragicómica. Tiene que ver con mi hermana y la ropa de mi boda, pienso a la distancia en el tiempo, que a veces las personas adultas abusan de los más jóvenes. Es la historia del vestido. Mi vestido claro, no podía ser de otra manera, lo hizo mi tía Mirtha, modista de profesión,   un orgullo para mí que lo hiciera, y no me equivoco al decirlo, porque lo sé en lo profundo de mi corazón, también para ella. Bajo la mirada atenta de su maestra, mi tía abuela, doña Rosario Troccoli, una leonina con una polenta, e intolerancia importante. Su exigencia llegaba a límites increíbles, pero tenía una habilidad impresionante para todas las tareas manuales. Brava la mujer, había perfeccionado su trabajo a límites impensados. Si uno sabia llevarla era generosa, pero la verdad…había que tener mucha paciencia. Silvana estaba de novio con un chico de Lanús, amigo de mi ex, vecino del barrio, cuyo apodo no me atrevo a escribir, por malas interpretaciones.